Bassui, un maestro zen, escribió la siguiente carta a uno de sus
discípulos que estaba agonizando:
"La esencia de tu mente es nonata, por lo que nunca morirá.
No es una existencia, que es perecedera. No es un vacuidad, que es un mero vacío. Carece de color y forma. No disfruta de placeres ni sufre dolores.
"Sé que estás muy enfermo. Como buen estudiante zen, te enfrentas a la enfermedad cara a cara. Puede que no sepas exactamente quién está sufriendo, pero pregúntate a ti mismo: ¿Cuál es la esencia de esta mente? piensa únicamente en eso. No necesitas más. No desees nada.
Tu fin, que es infinito, es un copo de nieve disolviéndose en el aire puro."
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